El SILBÓN
A mediados del siglo XIX surge una leyenda entre los llaneros colombianos y ecuatorianos especialmente. Un hombre con un silbido espeluznante, condenado a cargar eternamente un saco de huesos, anuncia la muerte y la desgracia todas las noches al pasar por las casas.
La leyenda cuenta que un joven llanero acostumbrado a que sus padres cumplan con sus exigencias mimado y de mucho carácter, tenía el antojo y el capricho de comer vísceras de venado. Su padre emprendió camino a la sabana para cazar y poder complacer el deseo de su hijo.
En un desespero por comer y no encontrar respuesta ni de su madre ni de su padre, decidió salir a ver cómo avanzaba la caza. A mitad de camino su padre venía de regreso con la desdicha de no haber cazado al venado. Furioso, fuera de sí, y desde lo más visceral emprendió una lucha a muerte con su padre.
En plena sabana el hijo logra vencer al padre, lo destripa y regresa a casa con las vísceras de su progenitor para que su madre las cocine. Entre lo diferente de la cocción, el olor, el padre que no llega y la incertidumbre del hijo, la madre comienza a cuestionar si esas eran las vísceras de un venado.
El hijo lo confiesa… Lo que estaban a punto de comer, eran las vísceras de su padre. Luego de la confesión llega la maldición y el castigo de su abuelo… Lo atan a un poste y le dan latigazos en la espalda que después bañarán en aguardiente, maldiciendo su existencia, condenándolo a cargar eternamente con el saco de huesos de su padre y a ser perseguido por uno de los perros.
Es por eso que despues de su destierro andubo en diversos sitios llenos de lujuria y avaricia desperdiciandose en los placeres carnales, el sustento de su día a día era robando y lo que obtenida lo gastaba en alcohol y mujeres a montón pero nunca siendo feliz, por siempre fue condenado a una vida solitaria y podrida lo cual se lo denomino como el encargado de llevarse las almas de borrachos y mujeriegos que andaban altas horas de la noche.
Poseía un silbido característico que entona las notas do, re, mi, fa, so, la, si. Si lo escuchas cerca, es porque está lejos, pero si lo escuchas lejos es porque está cerca. Si solo tu lo escuchas, talves alguien de tu familia morirá y si los perros empiezan a ladrar inmediatamente este ente desaparecerá, pero siempre hay que tener cuidado ya que pronto querrá llevarse alguna alma y quien sabe talves podría ser la tuya.
Es por eso que despues de su destierro andubo en diversos sitios llenos de lujuria y avaricia desperdiciandose en los placeres carnales, el sustento de su día a día era robando y lo que obtenida lo gastaba en alcohol y mujeres a montón pero nunca siendo feliz, por siempre fue condenado a una vida solitaria y podrida lo cual se lo denomino como el encargado de llevarse las almas de borrachos y mujeriegos que andaban altas horas de la noche.
Poseía un silbido característico que entona las notas do, re, mi, fa, so, la, si. Si lo escuchas cerca, es porque está lejos, pero si lo escuchas lejos es porque está cerca. Si solo tu lo escuchas, talves alguien de tu familia morirá y si los perros empiezan a ladrar inmediatamente este ente desaparecerá, pero siempre hay que tener cuidado ya que pronto querrá llevarse alguna alma y quien sabe talves podría ser la tuya.
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